viernes, 17 de septiembre de 2010

Buena persona, pero gilipollas

Hoy me he gastado 30 euros en ser buena persona. Y no me siento del todo bien, lo cierto es que me siento bastante gilipollas, porque 30 euros es bastante dinero para regalar sólo por este motivo.

La situación es que compré una impresora en Media Markt hace ya 3 meses. Cuando la compré me dijeron "Recuerde llevarse también el cable para conectarla al ordenador, que no va incluido", a lo que les contesté "Va por WiFi, no será necesario" y me contestaron que para configurarla podría ser necesario.

Bueno, la monté en casa (parecía un mueble de IKEA) y a pesar de conectarla con el cable, no había manera de configurar el WiFi. Me empecé a mosquear, hasta que descubrí que en la parte de atrás de la impresora figuraba una pegatina con la dirección MAC de Ethernet, y estaba en blanco el espacio para la dirección MAC WiFi. Mirando las características no aparecía que tuviera WiFi. La pude devolver sin problemas a pesar de estar más que abierta, no pusieron pegas. Y me dijeron que me traerían el modelo con WiFi a ese precio (valía mucho más) en una semana cómo mucho.

En las siguientes semanas, fuí unas 5 veces a preguntar por el tema, y los inútiles dependientes me daban largas sin tener ni puta idea del tema diciendo que ya me llamarían cuando la tuvieran. Más tarde descubriría que cómo me lo habían dicho por teléfono, no queda formalizada una reserva y los inútiles ni se habían preocupado en comprobar mi reserva.



Ya la había dado por imposible. Pero hace medio mes, yendo a comprar otra cosa me dio por comentárselo a otro dependiente. Sorprendentemente el tío me lo solucionó todo, me pidió disculpas por no haberme avisado y me dijo que se iba a solucionar. Incluso me ofrecía un regalo por las molestias.

La cosa no fue tan fácil, de nuevo tuve que insistir varias veces y los dependientes inútiles no se enteraban ni me solucionaban nada. Hasta hoy, que por fin la trajeron, y gracias a que se encontraba el dependiente competente, me pude llevar el regalo (valorado en más de 60 euros), cosa que hubiera resultado imposible si sólo hubieran estado los dependientes inútiles.

Bien, pues resulta que pago, y el precio que me han puesto no era el que me deberían cobrar, sino 30 euros menos. Al final, después de tantos días peleándome (más de 10) y más de 3 meses de espera, lo había conseguido, además con un regalo que vale su pasta y encima me habían cobrado 30 euros menos. Aunque me haya costado mucho, era un chollo.

Y aquí es dónde soy gilipollas. Veo que en la factura aparece el nombre del vendedor, y me vuelvo a realizar todavía más trámites (otros 10 minutos por lo menos) y a pagar 30 euros de mi buena voluntad.

Me siento gilipollas por dar 30 euros a una gran tienda que no notaría dicha pérdida. Pero solamente por la, probablemente pequeña (y eso es lo que me jode), posibilidad de que pudiera comerse un marrón la persona competente que después de tanto tiempo me lo había solucionado, los he pagado.

Joder, que bien estaría ahora con 30 euros más en el bolsillo :(

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