domingo, 21 de junio de 2009

"Tener un Tchibo"

Para tener Internet en mi HTC Magic en Alemania (con todo lo que eso conlleva: recibir emails en cualquier parte, poder ver mapas y acceder a traductores sin descargarlos en el móvil, buscar en Google sitios mientras estoy en cualquier parte...) siguiendo la recomendación de está página, decidí comprarme una tarjeta prepago de la compañía Tchibo.

Desgraciadamente las tarjetas prepago sólo se pueden vender en el propio país, no se pueden vender ni siquiera por correo a fuera del país, así que hasta entrar en Alemania no podía hacerme con una.

Las tarjetas de esta compañía las venden en unas tiendas del mismo nombre: "Tchibo". Se trata de unas tiendas que principalmente venden café (también para llevar, pero el principal negocio es vender para hacerlo en casa), aunque también se dedican a vender cualquier tipo de cosas con sus ofertas semanales al más puro estilo Media Markt, pueden vender todo tipo de cosas en oferta, pero sólo ofertas. Es decir, no es una tienda en la que puedes encontrar de todo, sólamente el catálogo de ofertas de esa semana, en el que pueden tener desde un robot de cocina hasta unas chanclas o un juego de Nintendo DS.

Para poder tener la tarjeta cuanto antes y poder buscar los sitios con el móvil sin perderme, me imprimí unos mapas con la ubicación de los Tchibos más cercanos a la ruta por la que iba a pasar tras entrar en Alemania. Fuí tan tonto de no quedarme con la dirección de estos sitios. Una pena porque hubiera podido poner el GPS, y porque los mapas los imprimí en baja calidad, se me mojaron en seguida, y costaba entenderlos.

El primer Tchibo posible no lo encontramos, el mapa estaba claro y decidimos pasar de largo del sitio ya que además llovía y no era plan de buscarlo. El segundo estaba muchísimo menos claro y había que desviarse más, así que decidí ir al tercero, en Baden-Baden. Afortunadamente el mapa se veía suficientemente bien cómo para a pesar de no saber la dirección, poder reproducir en el mapa del TomTom el lugar exacto, y dejar que nos guiara.

Así fue, había dejado de llover y llevabamos muchos kilómetros de carretera sin hacer una buena parada, así que nos bajamos y dimos una vuelta para buscar el Tchibo. El mapa decía que estaba justo ahí, pero mirábamos y teníamos un vivero a la derecha, y tres tiendas o cafetería a la izquierda, que ninguna era un Tchibo.


Dimos la vuelta a la manzana, no muy convencidos de que fuera el lugar exacto. Luego bajamos por la calle pensando que podría estar más atrás. Pasó bastante tiempo en esta búsqueda, pero afortunadamente encontramos un punto de acceso WiFi abierto en mitad de la calle, por lo que pude conectarme a internet y buscar en Google Maps el Tchibo de Baden-Baden.

Miré el mapa y tras buscar las zonas recorridas llegué a la conclusión de que efectivamente estabamos en el lugar correcto, tenía que estar ahí, en la acera de la izquierda.


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Volvímos al coche y miramos mejor, ahora que además le había enseñado a Borja el logotipo de Tchibo:


Y efectivamente, ahí estaba. Delante de nuestras narices, justo dónde había aparcado. Se trataba de una de las tiendas que había a la izquierda (la más cercana de ellas), que disponía de un letrerito que indicaba que se trataba de una sucursal Tchibo.



Desgraciadamente estaba cerrado el sitio al tratarse de un domingo, por lo que no pude hacerme con la tarjeta y por tanto seguí sin el apoyo que es tener internet en el móvil en un sitio que no conoces (lo que permite encontrar con facilidad cosas cómo esta sin que ocurra esto, de hecho lo encontramos gracias al punto WiFi que nos permitió acceder a internet). Por lo menos conseguímos encontrar el sitio, terminando con la frustración de no conseguir verlo.

Al llegar a Stuttgart, fuimos directamente al albergue utilizando de nuevo el TomTom para que nos guiara hasta la dirección de este. Mucho mejor que el mapa, ya que Stuttgart es una ciudad con muchas colinas y túneles (que en el mapa se confunden con calles, y justo se daba el caso de que pasaba uno por debajo), por lo que a veces hay que dar vueltas para llegar al destino.

De nuevo, aparcamos justo dónde nos dijo el TomTom. Nos bajamos convencidos de estar en el lugar, ya que se identificaba perfectamente en el mapa y miramos los edificios de alrededor.


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Miramos todos los edificios y no teníamos ni idea de cual podía ser, teniendo en mente esta imagen que habíamos visto del edificio:


A pesar de ello, mirabamos en todas las casas a ver si veíamos algún letrero de que fuera. Miramos todos los callejones entre las casas, miramos si había alguna puerta o algo en la acera de la parte de abajo de la colina que diera acceso, pero no veíamos nada.

Debímos de haber preguntado nada más llegar a dos viandantes que nos miraron y nos vieron perdidos, pero en ese momento no estábamos tan desesperados, y además acababamos de llegar a un país del que la única palabra que conocíamos del idioma era "Danke".

Miramos por las calles adyacentes, por arriba y por abajo. En coche y andando.

Finalmente miramos en una estación del Metro ("ligero" aunque no mucho), allí llamado U-Bahn, un mapa. Afortunadamente venía en el mapa escrito el Hostel. Estaba dónde habíamos aparcado al principio, en la parte de abajo según la colina de la calle, en dónde salía un caminito el cual misteriosamente no habíamos visto antes.

Bajamos por dicho caminito y efectivamente ahí estaba. Pero al ir a por las maletas al coche vimos que había un ascensor que daba directamente a una de las calles adyacentes, por las que habíamos estado.


De día se ve mejor el ascensor.

Precisamente había visto ese ascensor al dar vueltas antes por esa calle, y había pensado que se trataba de un funicular.

El caso es que habíamos vuelto a tener la misma situación, exactamente igual. Desde entonces quedó bautizado este hecho como "tener un Tchibo".

Y las características para tener un auténtico Tchibo son por tanto:
-Buscar un lugar concreto, que se sabe que existe.
-Empezar a buscar enfrente del lugar exacto que se busca (en ambos casos el TomTom nos lleva a aparcar enfrente).
-Dar vueltas por la calle durante más de media hora sin encontrarlo, buscandolo por sitios mucho más alejados del que se empezó a buscar.
-Confirmar la posición exacta en el mapa, volver a mirar y aparecer ante nosotros.

Al día siguiente volvimos a tener pequeños Tchibos, pero no exactamente iguales:

Primero, para buscar la casa, las indicaciones de Google Maps nos situaban en un punto mucho anterior, por lo que a pesar de pasar varias veces por el lugar, el lugar de búsqueda nos situaba en otra posción bastante disinta, no en el lugar exacto. También dimos muchas vueltas, pero lo encontramos sin problemas mirando los números de las casas, el problema fue de estar equivocado el "lugar exacto".

Luego, intentamos buscar una tienda Tchibo por el centro de Stuttgart, pero en general, sin buscar ninguna en concreto ni sin saber si existiría alguna realmente por esa zona. Justo se me ocurrió decir lo de mirar si había una en el lugar exacto dónde había una, por el que dimos dos vueltas, sin verlo.

Por tanto la expresión "tener un Tchibo" podría acuñarse para situaciones parecidas. Tal y cómo describe Borja: "accion por la cual dos sujetos tratan de encontrar un lugar, q a pesar de verlo ante sus ojos, son incapaces de encontrarlo".

Sin embargo, un "auténtico Tchibo" debe cumplir los requisitos anteriores que se dieron en dos casos el mismo día, aunque es bastante improbable que se repitan de nuevo situaciones idénticas, por lo que extenderemos su uso a la definición de Borja.

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