lunes, 18 de febrero de 2008

Un kebab ilegal


Al lado de la hamburguesería Donoso (la auténtica, la de la calle Donoso Cortés) se encuentra al otro lado de la esquina (en la calle Hilarión Eslava) un Kebab cómo todos, marca "Döner", pero especial.

Quieren a toda costa que vayas al Kebab por lo que no dudan en asignarte para cenar con los amigos mesas separadas, mirando toda la fila de cara a la pared (sólo a un lado de la mesa) y otros en otro piso XD. Por supuesto ante tal chiste uno se larga a cenar a otra parte...

Pero lo que quería comentar es que de madrugada, fuera del horario del que posee licencia, también está dispuesto a vender Kebabs (y vende MUCHOS). Si se pasa por el Kebab un fin de semana a altas horas de la madrugada (por ejemplo, las 5), uno se encuentra con mogollón de gente alrededor del Kebab comiendo, al igual que el suelo lleno de sus desperdicios.

Y eso es el único indicio de que uno se puede comprar un Kebab. El Kebab está completamente cerrado y tiene las luces apagadas, parece que se va a quedar uno con las ganas, pero entonces, ¿de dónde lo han sacado los que están comiendo? ¿Acabará de cerrar? No. Al poco de observar, un hombre se acerca y te pregunta qué quieres. 

Cuando has pedido, abre mínimamente la ventana del establecimiento y lo pide. Al cabo de un rato, se abre la ventana y los entregan. 

Aquí podemos ver el momento justo en el que el vendedor (el de la capucha) abre la ventana para pedir. Delante se encuentra Andrés intentando pedirle servilletas.



A mí no me parece mal consumir en sitios ilegales cómo este cuando en la siguiente calle te encuentras con un local también de comida pero completamente abierto. La diferencia de la legalidad no es que esté prohibido abrir en la zona por el ruido que causaría (si el motivo fuera ese si que me parecería inmoral comprar), sino por no disponer de una licencia. Licencia que ya sabemos que se obtiene sobornando al aguateque de turno...

No hay comentarios: