martes, 22 de abril de 2008

Recopilación de veces que me ha parado la Guardia Civil

Hoy me ha tocado otra vez. Me ha parado la Guardia Civil mientras me dirigía a la piscina.

Se trataba de un control rutinario. El coche de delante pasó, pero yo ya sabía que a mí me iba a tocar el alto. Y así fue, ni lo dudaron. Esta vez no tenía nada de particular, lo único que me sorprendió es que me pidieran el Permiso de Conducción (el carnet), algo que en mis casi 5 años con él creo que nunca me habían pedido a pesar de todas las veces que me han parado. Y se lo dije. Antes me pidió el Permiso de Circulación (lo más típico), el seguro, la ITV, el recibo de haberlo pagado... Son tantas cosas que siempre me lío y no atino a darlo en el orden que me lo piden, aunque cada vez voy atinando más (la primera vez le saqué el montón de la guantera y con dos cojones le dije: "busque"). 

Pero cómo digo, lo de hoy fue un control cómo cualquier otro de los múltiples que me han tocado, entre los que curiosamente, nunca me ha tocado ninguno de alcoholemia, a pesar de haberlos buscado para ver cómo son, yendo a la hora y el lugar típico, nunca he tenido suerte.

A continuación haré memoria de las veces más anecdóticas que me han parado:


PRIMERA PARTE:

La primera fue precisamente el día después de aprobar el examen práctico. No tenía carnet de conducir porque tardaban mes y pico en darmelo, pero dicen que al día siguiente ya está uno inscrito en el registro de tráfico, por lo que sólo te pueden multar por no llevar encima dicha documentación, y no por no tenerla en regla (aunque no deja de ser una multa). Lo que sí que tenía era una L que me había costado 14 euracos en el Carrefour (en la autoescuelta tampoco tenían en ese momento para dárme), que todavía recuerdo que tuve que pagar la mitad en metálico y la mitad en efectivo, al no tener suficiente dinero en ninguno de los dos medios. 14 euros pero que me podían salvar de una multa que según dicen ronda los 100 (si es que realmente ponen esas multas..).

Así que ese día por la noche me decidí y me arriesgué a coger el coche para dirigirme a las fiestas de Majadahonda. De paso llevaba a un amigo del barrio y a otro amigo suyo, que me pidieron si además podía llevar a otro que venía en tren. La estación pillaba de camino, así que acepté. 

Al llegar a la estación, el tren todavía no había llegado, así que me paré en una parada de autobús sólo utilizada ocasionalmente para descenso de viajeros. Me daba cosa estar mucho tiempo parado en un sitio indebido, así que cuando pasó en sentido contrario un coche de la Guardia Civil, me fuí de allí no fuera a ser que diera la vuelta y se metiera en mi sentido a decirme algo. Efectivamente, dió la vuelta la Guardia Civil, siguiendo mi camino aunque bastante lejos. Cuando había recorrido una larga calle, en una rotonda dí media vuelta para volver a la estación. Entonces me crucé con el coche de la Civil que todavía no había llegado a la rotondo. Al cruzarnos, también lo hicieron todas las miradas. Las nuestras y las suyas. Dió la vuelta de nuevo para seguirnos, a gran velocidad. Tampoco quería ir rápido y no me daría tiempo a volver a casa sin que me alcanzaran. Así que hice lo que debí hacer desde el principio, meterme en el parking de la estación, al acordarme de que los 15 primeros minutos son gratuitos.

El coche de la Guardia Civil se metió también, no había duda de que habían decidido ir a por nosotros. Así que aparqué (bastante bien, por cierto), y se paró el coche de la Guardia Civil al lado. La había cagado. Creía que me habían pillado sin carnet de conducir, estaba acojonado. Pero no, no pidieron el carnet de conducir. Pidieron lo que con la experiencia descubrí que resulta ser lo más típico: 
- Documentación de todos los ocupantes. Mi amigo no llevaba DNI, así que entregó un abono transportes, que le aceptaron, a pesar de decirle que no valía, que debía llevar el DNI. Era menor de edad. El Guardia Civil se metió en su coche con los DNIs a comprobarlos, tarea en la que suelen tardar siempre 15-20 minutos en los que no te puedes ir (siempre es igual).
- Permiso de circulación del vehículo. Ni idea de qué coño sería eso. Saqué todo el montón de la guantera, incluyendo mogollón de facturas y el manual del coche y lo puse sobre el capó. La mujer Guardia Civil se puso a mirar conmigo los papeles, mientras el hombre seguía comprobando los DNIs. Cuando lo encontró el permiso de circulación me preguntó a nombre de quién estaba, le dije el nombre de mi madre, a lo que contestó que no, así que sino, al de mi padre, que era que sí.
- De dónde sois, a dónde os dirigís. Un clásico de la Guardia Civil. Le dijimos que eramos de aquí, del Plantío. Y nos dijo que si ibamos a las fiestas, que efectivamente sí. Pero cuando se fijó en los DNIs nos dijo que ponía que vivíamos en Madrid, y que le habíamos dicho que eramos de aquí. Cagada por su parte, que respondimos que así era, EL PLANTÍO ES MADRID. Ah, sí sí, nos contestó, cómo si se le hubiera olvidado, aunque nos dimos cuenta que no tenía ni puta idea de la zona (el término municipal de Madrid empezaba a unos 200-300 metros de dónde nos encontrábamos).

Sin más, tras 20-30 minutos comprobando a saber qué, nos dejaron ir :)

No se sí comprobarían que podía conducir o que no estaba en la lista de gente buscada, pero en cualquier caso no entiendo cómo siempre tardan tanto en comprobar un puto número de DNI. Da la impresión de que no lo tienen informatizado y llaman a una persona para que lo busque en los archivos de papel...
También se me ocurrido que quizás en estos controles de DNI se guarden dónde estaba en un momento determinado Y CON QUIÉN.

Con una historia ya me enrollo bastante, así que igual lo dividiré en varias partes. Lo malo de hacerlo así, es que el blog coloca primero las últimas escritas, por lo que se leen primero las últimos, pero bueno, igual no queda mal.
A ver cuando tengo otro ratito para la siguiente.... 

1 comentario:

Anónimo dijo...
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