No es fácil encontrar buenos zumos de naranja envasados.Hoy en día desgraciadamente en el supermercado apenas encuentras zumos de verdad, mezclados entre multitud de "refrescos de zumo" con mil mierdas añadidas, azucar, agua y en torno al 10% de zumo, o 50% para los que se denominan "nectar". Entre todas estas mierdas cuesta distinguir el zumo de verdad, ya que intentan aparentar que son zumos. Por eso los zumos de verdad tienen que buscar frases cómo "Sólo zumo" o "Naranja exprimida" para que te des cuenta que es zumo de verdad.
Hace años tan sólo había zumos de naranja concentrados, bastante aguados y amargos, completamente distintos al zumo casero. Pero hoy en día entre los zumos de verdad se pueden encontrar algunos que sin ser cómo el zumo casero (para que nos vamos a engañar), se consiguen parecer y están bastante bien.
En mi opinión la clave es que apenas tengan el clásico regustillo amargo (ninguno se libra) y que tengan muy poca pulpa, pero tengan algo para dar consistencia (muy importante que sean mínimamente densos y no cómo el agua).
Los que no son concentrados parece que lo consiguen mejor, pero la historia del Don Simón de mantener la cadena del frío no vale para nada. El Don Simón no me convence, sigue siendo amargo cómo los zumos de siempre.
Los que merecen realmente la pena son el Pascual (el cual desgraciadamente es bastante caro y encima son sólo 750 ml) y este que os presento, el marca Hipercor (que también es Hipercaro, concretamente 1,35 euros, pero al menos es un litro).
Eso sí, es tan auténtico que dependiendo del brick puede salir mejor o peor (cosa que no pasa con otras marcas en las que siempre sale igual). Conserva todavía un mínimo de amargor de los clásicos zumos pero se compensa con un buenísimo toque de acidez. Lo recomiendo.
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