Regalo de "Inteligencia en Redes de Comunicaciones"

En clase de Inteligencia en Redes de Comunicaciones nos hemos dedicado en las prácticas a jugar con robots de Lego (sí, de Lego), realizando al final en muchos casos competiciones entre los distintos robots.

En todas las prácticas ganar las competiciones tenía el premio de sumar 0,25 extra a la nota final, pero en esta el regalo era sorpresa. Las reglas iniciales de la práctica (codificadas en lenguaje de ciencia ficción) se pueden ver aquí.

Pero las reglas finales simplificadas consistían en sacar todas las latas posibles de Coca Cola normal en un minuto (durante dos rondas cada una con un mínimo de cero puntos, no contaban negativos), teniendo en cuenta que las Light restaban 3 puntos y que si el robot se salía del recinto se terminaba la ronda.

Cómo era muy difícil identificar las latas con éxito, un par de minutos antes de la competición, cambiamos el código e hicimos que el robot simplemente no se saliese del recinto, describiendo un movimiento con una ligera curva (desgraciadamente lo suficientemente cerrada cómo para poder dar las mismas vueltas en el recinto). De esta forma, que sacase más o menos latas era aleatorio, así cómo el color de estas, pero en la primera ronda hubo la suerte de que sacó seis (que pena no haber grabado esta ronda). La segunda ronda no fue tan buena porque acabó dando vueltas y sacó una Light:

Aún así ganamos:

El regalo sorpresa dijo que nos lo diría el día de las presentaciones. Acabaron las presentaciones más tarde de la hora prevista y en todo lo que duraron no dijo nada, así que fuimos a preguntárselo, pensando que se le había olvidado. Pero no, tenía una bolsa con dos regalitos perfectamente envueltos en papel de regalo.

Yo pensé que sería cualquier cosa electrónica que permitiera cacharrear con ella (con poco que permita trastear los cacharros me pueden entretener un buen rato), algo relacionado minimamente con la asignatura o al menos con la carrera...

O si no, un regalo estandar normal y corriente válido para casi todos los públicos, cómo una caja de bombones...

Pero no, el regalo era esto:

Sí, unos patines (aunque consistentes unicamente en las ruedas). 

Si giran las ruedas emiten luz!!!!

Qué cosas más surrealistas se encuentra uno en la universidad.

Gracias por el regalo Julio.

Y por invitarnos a un piscolabis aquél día.

Y sobre todo por aprobarme con notable con un 4,75 en el examen.