lunes, 21 de enero de 2008

Sargantana. 18 de enero de 2008. Boikot vs. Reincidentes.

Me quedé con las ganas de sacarle una foto a la genial pizarrita con el muñeco de La Muerte, en la que se anunciaba el evento. En su lugar pondré una foto al nuevo cutrísimo aviso supuestamente provocado por los 5 meses de cierre.


Fue el Sargantana de siempre, pero pude admirar lo grande qué era, y recordar lo que le echaría en falta si no existiera, cómo aquellos largos meses en los que estuvo cerrado, cómo cerraron El Pipas y cómo cerraron el RREBOTE. No sé cómo ha acabado logrando semejante grado de perfección (y todavía puede mejorar mucho), que no ha llegado a alcanzar La Dama (también de nuevo abierto), por muy parecido que pueda parecer.

La excusa para ir a las 22.00 y sin cenar, unos piscolabis GRATIS ilimitados (mini bocadillos de puagté y chorigzo) y regalos, aparte de sólo poner Boikot y Reincidentes durante 3 horas. El repertorio no estuvo nada mal, pocas se repitieron, pero era muy mejorable. Se echaron de menos canciones antiguas. Si bien es cierto que sonó la mítica "Esperando en el Metro" un par de veces, se echaron de menos canciones cómo "Montaré una estafa", "Transgutoma" o "El gran engaño del 92" (notese que van una de cada).

El resto, lo de siempre. Bueno, no, el trío de minis subió un euro llegando a los 9 euros. Las mismas pipas, los mismos asientos y mesitas  y el futbolín y los dardos abandonados por nuestra parte cómo casi siempre.

Y la misma gente, incrementandose gradualmente según la hora. No podían faltar numerosos especímenes de la especie "La gorda del Sargan". Esta es la imagen que se le pone a uno cuando se da la vuelta y la tiene a una al lado:


En lo que a regalos respecta, con cada consumición daban un vale, la mayoría eran unas barritas radiactivas a través de las cuales los chinos se libran de sus residuos nucleares pero que consiguen encasquetarnoslas y que hagamos cualquier tontería con ellas.

Y por supuesto, la posibilidad de que te tocara en el papelito un número para el sorteo.
A Javi le tocó el ":(", a Alva el "46" y a mí el "48".

Al terminar el "vs." se sortearon dos camis y un barril de Heineken. 
Pues el primer número no podía ser otro que el 46. 
Imposible olvidar ese momento:
JEFE: 46 a la una, 46 a las dos...
ALVARO: Aquí joder.
JEFE: A ver, qué camiseta quieres, ¿Boikot o Reincidentes?
JUAN (que tenía una de Boikot casi igual): Reincidentes.
ALVARO: Mmmmm......
JUAN: Reincidentes, Reincidentes.
ALVARO: Boikot.

Aunque con la camiseta puesta al posar para la foto disimule toda posible mueca de su estado de ánimo...


...No podía negar su alegría. No paraba de reír de contento el cabrón.

 

No se si es que cuando uno debería de estar pensando en estudiar sienta mejor o qué no había descubierto lo grande que es el Sargan, pero me lo pasé de puta madre.
Eso sí, a las 4 horas de estar allí, menos de las que había sobado, y además empezando el trío Du Hast, Toxicity y la otra, lleno de gente y de calor no había quién aguantara.

Gracias al Jefe del Sargan por currarselo tanto.

Gracias a Alva y Sex por venir.



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